La clase política dio
contratos a Seguridad Integral a sabiendas de las irregularidades
En 2005 los
principales dirigentes canarios fueron advertidos por los sindicatos de los
problemas generados por la empresa del presidente de la UD Las Palmas, Miguel
Ángel Ramírez
Fachada del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran
Canaria. / LASPALMASGC.ES
Por: Canarias Investiga
Mié, 08/02/2012
Hay ocasiones en que la realidad se percibe
distorsionada, como en
aquellos espejos cóncavos del Callejón del Gato en Luces de bohemia. En febrero de 2005, los sindicatos FTSP-USO, Intersindical Canaria, CCOO y UGT enviaron una carta conjunta a los principales responsables de las contrataciones públicas, desde el Ayuntamiento de Las Palmas de G.C. hasta el Gobierno regional y la Fiscalía de Menores. Denunciaban que Seguridad Integral Canaria incumplía sistemáticamente sus obligaciones laborales y tributarias, además de la Ley de Seguridad Privada. La clase política fue informada, pero no quiso ver, y le ha seguido adjudicando contratos con dinero público hasta hoy, a pesar de llevar una década engañando a la Seguridad Social.
aquellos espejos cóncavos del Callejón del Gato en Luces de bohemia. En febrero de 2005, los sindicatos FTSP-USO, Intersindical Canaria, CCOO y UGT enviaron una carta conjunta a los principales responsables de las contrataciones públicas, desde el Ayuntamiento de Las Palmas de G.C. hasta el Gobierno regional y la Fiscalía de Menores. Denunciaban que Seguridad Integral Canaria incumplía sistemáticamente sus obligaciones laborales y tributarias, además de la Ley de Seguridad Privada. La clase política fue informada, pero no quiso ver, y le ha seguido adjudicando contratos con dinero público hasta hoy, a pesar de llevar una década engañando a la Seguridad Social.
Seguridad Integral se ha posicionado como una de las
grandes firmas canarias en buena parte gracias al trato que su dueño, Miguel
Ángel Ramírez, se ha labrado con los políticos, a lo que ha ayudado a su vez el
hecho de ser presidente de la UD Las Palmas. Verle en el palco del Estadio de
Gran Canaria acompañado de dirigentes de todo color político ha sido una
constante en los últimos años.
La mayor parte del negocio de Seguridad Integral
depende desde hace ya tiempo de contratos con las administraciones, en torno a
un 70-80%, como reconoce ella misma en una carta de despido, cuando la media
del sector está sobre el 25%. Hasta las delegaciones de Hacienda y de la Seguridad
Social en Canarias estuvieron custodiadas por Seguridad Integral, mientras se
producía el engaño a la Seguridad Social.
Si han sido pocos los que en este tiempo han puesto de
relieve esta situación, los que reaccionaron a la citada carta fueron menos
aún. Solo actuó el entonces Fiscal de Menores, Demetrio Pintado, quien fue
alertado sobre la existencia de vigilantes de seguridad sin titulación en
algunos centros de menores e informó al poco tiempo a la Dirección General del
Menor sobre la existencia de vigilantes con antecedentes penales en el centro de menores de Valle Tabares,
en Tenerife.
Ramírez, aliado de los políticos
Seguridad Integral siguió acaparando los años
siguientes más y más contrataciones públicas con la venia de los políticos de
turno, que prefirieron no meterse en líos con un hombre que iba logrando una
influencia creciente. Los administradores de esta tierra, tan dados a utilizar
el sentimiento futbolero para sus propios fines, siempre vieron un aliado en
Miguel Ángel Ramírez, que por entonces promocionaba su imagen de salvador de la
UD Las Palmas en charlas varias -la UD estuvo a punto de ser liquidada por sus
deudas-.
De esta manera, Seguridad Integral y el Grupo
Ralons, al que pertenece, se fue haciendo con una parte cada vez
mayor de la tarta en concursos a menudo rodeados de polémica. Un caso
paradigmático fue el de la Universidad de Las Palmas de Gran
Canaria, destapado por Canarias Investiga, pero también hubo
problemas con el Cabildo de Gran Canaria
y las guarderías. Otros muchos
los ganó sin tanto ruido, como en el caso de servicios sociales, centros de
salud, palacios de justicia, oficinas de empleo y delegaciones de Hacienda,
Seguridad Social y Tráfico. Es prácticamente imposible vivir en alguna de las
dos ciudades capitalinas y no haberse topado con un vigilante de Seguridad
Integral Canaria.
La patronal Aproser ha sido otra de
las pocas que ha dado batalla, publicando comunicados cada vez que había un
caso poco claro, y eso a menudo era sinónimo de que Seguridad Integral estaba
implicada. Como en la adjudicación del concurso de vigilancia en el Cabildo de
Gran Canaria, donde se descubrió una trama de cobro de comisiones ilegales.
No se puede saber con certeza que los técnicos de las
contrataciones estuvieran siempre al tanto de los problemas de Seguridad
Integral, como el engaño a la Seguridad Social, pero es poco probable que
ninguno de los cargos políticos encargados de dar el visto bueno desconocieran
las denuncias públicas por estos hechos.
Actualmente la empresa está presente en Madrid
realizando labores para Patrimonio Nacional,
además de custodiar dependencias ministeriales y otras de la Administración
Central. Su desembarco en la capital de España ha supuesto un salto cualitativo
para el propietario, del que ya es innegable su habilidad para los negocios.
Los que le conocen también le atribuyen un talento especial para las relaciones
sociales, cosa que quedó suficientemente acreditada tras recibir la Cruz del Mérito Militar en la Delegación
del Gobierno de Las Palmas.
Pero es en el trato informal donde mejor se
desenvuelve Ramírez, como corroboran periodistas deportivos que lo tratan con
asiduidad, tanto es así que ha conseguido llevarlos a casi todos a su terreno,
convenciéndoles o contratándoles. Una frase que tituló hace años una entrevista
en el diario Canarias 7 quizá sea lo que mejor define al personaje y su manera
de entender las cosas: "No recuerdo haber estudiado en mi vida".
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