El circo de
la vida nos lleva cada día a ver payasos
El
circo de la vida nos lleva cada día a ver payasos constantemente, estos que sus
creencias les lleva cada vez a estar más cerca del que llaman patrón o jefe o
simplemente por mantener unos privilegios a costa de tus derechos.
Hubo un tiempo en el que un personaje de una religión asesinó a su hermano por un plato de lentejas, después de recapacitar el acto y según cuenta la leyenda, éste terminó matándose. Hoy en día hay tantos, que te duele el alma de verlos constantemente; éstos no matan por un plato de lentejas, éstos sólo te vende, pero lo malo es que siguen ahí, perdurando y viviendo de su venta continua. Tú que los ves, te duele el inmenso corazón que tienes, ya que en un momento de tu vida apostaste por ellos, les diste tu confianza y cariño. Ellos, dentro de su impropia actitud hacia a tí y hacia los demás, te siguen vendiendo y a los demás, como es natural al llamado patrón o jefe, pero ya no te duele tanto porque te has hecho de piedra, una dura e insensible, que sólo rezuma odio y desprecio hacia esas personas que han vendido su alma al patrón en contra de todos los principios y normas.
El
plato de lentejas siguen comiéndoselo, tú los ves, pero sólo ya sientes lástima
por ellos y rabia a la vez. Gritas, gritas y gritas a los cuatro vientos:
“Compañero, compañera cuando los veas
acercarse, no te fíes de ellos, sólo quieren que seas uno o una más en su
listas de ventas o canje por un plato de lentejas, con el único objetivo de
seguir en su poltrona”
Recordar
también, que hay gente de esa que todavía es honrada y luchadora.
Esta
es una historia moderna con connotaciones antiguas, pero el ser humano aprende
tarde y muchas veces mal, en la creencia y confianza de que estos son sus
salvadores. Amén Señor, que cruz tenemos que llevar por ser meros mortales y
confiados.
Espero
y deseo que nadie se dé por aludido, no es mi intención molestar a nadie. Yo
amo al ser humano en toda su amplitud e inmensidad.
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Por favor,
pásalo. Se valiente
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