Golpes e impactos en la cabeza pueden llegar a
acelerar el envejecimiento del cerebro
- La conmoción cerebral empeora el estado de las vías de transmisión cerebrales.
- Estas contusiones repercuten en la atención y control de los impulsos del cerebro.
- Existen otros factores: tabaquismo, alcohol, ejercicio físico o antecedentes.
- 20MINUTOS.ES / EP. 02.08.2012
Con la cabeza no se juega. Alberga uno de los órganos fundamentales
de nuestro cuerpo, el que da forma a la persona que somos. Estudios científicos
ya han mostrado las lesiones cerebrales que pueden marcar la vida de un
boxeador y hasta de un futbolista que cabecee muchos balones.
boxeador y hasta de un futbolista que cabecee muchos balones.
Ahora, un estudio realizado por expertos de la Universidad de Michigan (EE UU) ha mostrado que las conmociones cerebrales y los impactos en la cabeza pueden acelerar el envejecimiento del cerebro.
Pueden causar la descomposición más rápida de las vías de señalización del cerebro Lo que han visto es que hasta los pequeños golpes en el cráneo pueden provocar la descomposición más rápida de las vías de señalización en el cerebro. Además, estas situaciones contusionales repercuten en cambios "en el equilibrio y en la actividad eléctrica del cerebro, específicamente la atención y control de los impulsos.
Los investigadores –cuyo estudio publica Exercise and Sports Sciences Reviews– han confirmado que existen otros factores que pueden determinar problemas cerebrales en el futuro. Entre ellos, el estilo de vida, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el ejercicio físico, los antecedentes familiares y si está o no ejercitando el cerebro.
En este sentido, las personas afectadas por conmociones cerebrales tienen en peor estado las vías de transmisión cerebrales. O en palabras de los autores, "sus 'carreteras' tienen tráfico lento".
El cabezazo del delantero
Anteriormente, un estudio del Colegio de
Medicina Albert Einstein de Nueva York (EE UU) había revelado que los repetidos cabezazos de los futbolistas
pueden causar lesiones cerebrales
que afectan a la capacidad
cognitiva y al campo visual.
Los jugadores que cabeceaban con mucha frecuencia (mil o más veces al año) mostraban anomalías parecidas a las lesiones cerebrales traumáticas sufridas en accidentes de tráfico. Estas lesiones afectaban también las habilidades de pensamiento y coordinación.
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